Este es un video de Titi Robin con Maâlem Abdenbi durante el Festival de Esauira hace un par de años.
Abdendi, acompañado del grupo Gnawa Bambara, recorrerá el Parque de El Retiro madrileño el próximo día 21 dentro de los actos de "El Día de la Música”.
Será a partir de las 19 horas desde El Templete del parque y finalizará con una actuación en los jardines de Casa Árabe, en la calle Alcalá con O’donell.
El Maâlem Abdenbi natural de Marraquech, reside en la actualidad en Casablanca. Su trayectoria musical comenzó como alumno del Maâlem Boussou que le ayudó a explorar y desarrollar su talento artístico. Acompañado de su grupo gnawa trabaja regularmente por Europa, pero es en Italia donde lo hace con más frecuencia, lo que le ha permitido editar en ese país su primer disco. Su estilo hace referencia tanto a las tradiciones gnawa de Marraquech, como a las más urbanas de Casablanca. Es habitual de los grandes festivales de músicas de mundo en Europa e imprescindible en el Festival Gnawa de Esauira.
El término gnawa hace referencia a un grupo étnico-religioso minoritario pero con una amplia presencia sobre todo en Marruecos. Su origen hay que buscarlo en primer lugar en los esclavos originarios de Sudán y más tarde, entre los siglos XI y XIII, en los diversos contingentes de esclavos negros provenientes del antiguo reino de Ghana (lo que es hoy Malí, Burkina Faso y Senegal) hacia Marruecos, Argelia y Túnez.
La importante concentración de la comunidad negroafricana que se da en ciudades como Marraquech y Esauira se debe a que ambas ciudades habían sido importantes mercados de esclavos conectados a la ruta transahariana. Los descendientes de estos esclavos, junto con otras poblaciones negras libres emigrantes llegadas a través de las rutas caravaneras, se mezclaron con la población local y formaron un colectivo que pese a su origen diverso adquirió identidad propia gracias a la figura de Sidi Bilal, el primer esclavo de origen etíope liberado por Mahoma y que fue primer muecín del islam. Organizados en cofradía, crearon un culto original y un movimiento cultural distintivo mezclando las distintas aportaciones africanas (songhai, fulani, hausa, fulbé o bambara) con las arabo-bereberes, en un cóctel cuyas características dependerán de la zona en que se desarrolle.
De esta forma la conexión gnawa proporcionó los elementos de enlace entre las músicas árabes del norte y las músicas de herencia negroafricana del Sahel. Sus ceremonias adquirieron una especificidad musical que mezclaba el misticismo sufí con los ritmos del África occidental preislámica. También en algunos de los textos de los cánticos, que hablan de sufrimiento, cautiverio y exilio, se hace referencia a estos orígenes.
Como en las demás cofradías sufíes del norte de África, los gnawa celebran ceremonias colectivas rituales de carácter tanto iniciático como terapéutico, en las que la música juega un papel preponderante para lograr el estado de trance. Estas ceremonias son conocidas con el nombre de layla (o lila) de derdeba; se realizan a lo largo de toda una noche y el maestro músico o muallim (también maâlem) es el encargado de hilvanar los repertorios profanos y sagrados que conducirán finalmente a la iluminación interior y a la sanación espiritual y física.
MAÂLEM ABDENBI y su grupo GNAWA BAMBARA se acompañan de un tabal (tambor) y de las omnipresentes qraqeb (dobles castañuelas metálicas). La huella del desierto se hace evidente en la estructura de las ejecuciones, en la que las melodías rítmicas del tabal acompañan los característicos cantos de llamada-respuesta y las palmas del coro.
FORMACIÓN:
Maâlem Abdenbi El Gadari
Grupo Gnawa Bambara:
Hassan Sansi
Mohamed Maslouhi
Aziz Moustaid
El Mostafa Aglaou
Badr Elhernat
En junio de 2001 el Consejo de las Artes de Canadá le concedió el prestigioso premio “Millenium Prize for Future Generations”, en palabras del jurado “La maestría de Liu Fang en la interpretación de la pipa y del guzheng ha establecido su reputación internacional como una joven intérprete de la música tradicional china de gran talento. Aspira a combinar su conocimiento y la práctica de las tradiciones orientales con la música clásica occidental, la música contemporánea y la improvisación, creando de esta manera nuevas formas musicales, uniendo diferentes culturas y descubriéndoselas a nuevas audiencias.”
